Desde sus primeras ediciones el festival se construyó proponiendo métodos experimentales de organización, financiamiento y alcance pensando siempre en la autonomía, la autogestión y las redes afectivas. Quienes lo facilitamos lo iniciamos como un colectivo, pasamos a ser una asamblea, luego una red, luego otro colectivo mutando continuamente en nuestra búsqueda. Miles de obras audiovisuales se reprodujeron en pantallas por todo el continente. Más de cien espacios tomaron esta herramienta de coordinación de pares y visibilización de obras, señalando activamente, en cada caso, problemáticas concretas del medio de producción audiovisual y su entorno sociopolítico.